Su nombre científico es gromphadorhina portentosa pero a este insecto se le conoce mucho más como cucaracha gigante de Madagascar o cucaracha siseante porque emite una especie de silbido al respirar muy característico.
A la mayoría de
nosotros las cucarachas comunes (las que aparecen en nuestras casas por desagües
y tuberías) nos resultan repulsivas y las asociamos con suciedad. Pero esta
especie no tiene nada que ver ya que no son plagas ni viven en casas. A esta
especie sólo se la encuentra en la isla de Madagascar donde vive en bosques.
Estas cucarachas son de un marrón brillante y tienen forma
ovalada, no tienen alas pero sí un par de antenas. Existe dimorfismo sexual
(diferencia entre machos y hembras de una misma especie) que en este caso se
trata de que los machos tienen unos cuernos en la parte superior de la cabeza
mientras que las hembras carecen de ellos. Los machos utilizan estos cuernos en
las peleas para investir a sus oponentes.
Tienen un tamaño considerable tratándose de un insecto y como
su propio nombre indica, son “gigantes”. Pueden rondar entre los 5 y 8 cm
aunque algunas llegan hasta los 10 cm de largo sin contar las antenas.
Otro detalle característico de la cucaracha siseante, es sin
duda, su peculiar silbido. Lo produce al exhalar el aire a través de los poros
respiratorios. Este silbido forma parte del ritual de apareamiento de estas cucarachas
y también lo usan como un efectivo grito de alarma.
Son animales nocturnos por lo que su mayor momento de
actividad será por la noche cuando aprovechan para comer.
La cucaracha gigante de Madagascar es herbívora y se
alimenta de vegetales y frutas.
Su esperanza de vida en estado salvaje es de 2 a 3 años pero
en cautividad pueden llegar a vivir más de 5 años.
¿Cómo tener una cucaracha siseante como mascota?
Si nos gustan los insectos hasta tal punto que decidimos tenerlo
como mascota, la cucaracha gigante de Madagascar en una buena opción para
empezar ya que los cuidados que requiere son mínimos en comparación a otros
insectos y además son animales muy dóciles y pasivos. No tienen ningún tipo de
veneno ni pueden picarnos o mordernos.
El lugar ideal para tenerlas en casa, sería un terrario lo
suficientemente grande como para que no se peleen entre sí por el espacio.
Aunque vivan en colonias, sobre todo los machos, suelen ser algo territoriales
y por eso es tan importante el espacio adecuado.
En la base del terrario es imprescindible que pongamos un
sustrato adecuado. Como hemos dicho anteriormente, se trata de animales
nocturnos por lo que durante el día les gusta enterrarse, de ahí la importancia
de dicho sustrato.
También es aconsejable ponerles algún tronco de madera
natural en el interior del terrario. En estado natural viven bajo troncos de
árboles caídos y para que estén cómodas debemos recrear lo mejor posible dicho hábitat.
El agua y la humedad son imprescindibles para la vida de
estas cucarachas. La humedad la conseguiremos pulverizando con agua el interior
del terrario una vez cada 2 días. Siempre deben tener agua para beber, pero en
recipientes muy bajitos para que no haya peligro de que se puedan ahogar (sobe
todo las crías). Otra forma segura sería darles agua en gel.
¿Qué comen las cucarachas gigantes de Madagascar en
cautividad?
Su dieta debe contener vitaminas, proteínas y carbohidratos.
Su principal fuente de alimentación debe ser a base de frutas y verduras como
la mandarina, naranja, zanahoria, lechuga… Otros alimentos que les podemos dar
son el pan duro o alguna galleta de ven en cuando.
Aunque suene raro, las proteínas que le faltarían a su dieta
las podemos cubrir dándoles comida seca para perros o gatos.
Diariamente debemos retirar los restos de comida que no
hayan consumido la noche anterior y evitaremos con esto que coman alimentos en
mal estado.
¿Cómo se reproducen las cucarachas gigantes de Madagascar?
La reproducción de la cucaracha siseante, como no podría ser de otra manera, es inusual. La hembra necesita solo una vez en toda su
vida ser fecundada por el macho y estará teniendo crías de por vida.
La
gestación dura 2 meses aproximadamente. Son ovíparos falsos. Las crías no nacen
de huevos, sino que nacen de una ooteca (saco con compartimentos donde se alojan
muchos huevos) que permanece dentro de la madre hasta el nacimiento. Pueden
llegar a tener de 20 a 40 crías cada vez.